Algunas patologías evitables como la deshidratación, los golpes de calor, las quemaduras, los problemas intestinales o el agrietamiento de las almohadillas son algunas de las causas de consulta más frecuentes en los centros veterinarios , y que se pueden evitar. ¿Qué hacer ante una urgencia veterinaria con mi mascota en verano? Hay que tener en cuenta que durante la temporada estival, el número de clínicas veterinarias abiertas se reduce por vacaciones, mientras que el riesgo de contraer alguna dolencia aumenta, debido sobre todo al calor y al aumento de actividades, suponiendo un gran problema para la familia y sus inseparables peludos. En España, hay cerca de 9,3 millones de perros que son un miembro más de la familia. Todos ellos, a lo largo del año y en función de la época en la que se encuentren, se enfrentan a determinados peligros. Durante la temporada de verano, los riesgos son claros: el aumento de patologías y dolencias, derivados del calor y las vacaciones; y la falta de disponibilidad en clínicas veterinarias , como consecuencia del descanso estival o la adopción de jornadas intensivas. Rubén Duque, director veterinario del Hospital Veterinario Madrid Centro destaca a ABC, que «es frecuente encontrar, durante los meses de julio y agosto, un aumento en las visitas de las familias a nuestras instalaciones. Los motivos van desde agentes externos derivados del verano, como espigas, golpes de calor o traumatismos; hasta intoxicaciones o reacciones alérgicas que pueden tener lugar en cualquier época del año». Además, aclara que «en cualquier caso, el principal consejo es que ante cualquier comportamiento inusual del animal, acudir a un experto que pueda darnos un correcto asesoramiento de lo que le ocurre». No hay que olvidar en estos casos, la rapidez en la atención puede marcar la diferencia en la salud y bienestar de su mascota. En ese sentido, durante el verano , los perros y los gatos son especialmente vulnerables a una serie de problemas de salud. Los traumatismos por accidentes aumentan debido a las actividades al aire libre y los paseos, mientras que la proliferación de plantas e insectos incrementa las reacciones alérgicas. También, las altas temperaturas son peligrosas y pueden provocar golpes de calor, especialmente en perros mayores o de razas braquiocefálicas (como el bulldog francés o el Carlino), que ventilan con mayor dificultad. «Las espigas son el otro gran enemigo de la salud de estos compañeros de cuatro patas, ya que pueden incrustarse en la piel, los oídos o la nariz, causando infecciones». Además, también se suman los cambios en la alimentación y el consumo de agua no potable que pueden derivar en gastroenteritis, y la ingesta accidental de productos tóxicos es más probable durante las excursiones», comenta Rubén Duque. Cuando la emergencia surge estando fuera de nuestro domicilio habitual, lo mejor es acudir a centros veterinarios que aseguren asistencia las 24 horas al día, de lunes a domingo. «Estos centros no solo tienen personal disponible en todo momento, sino que también cuentan con las herramientas y tecnologías necesarias para realizar diagnósticos precisos y proporcionar tratamientos efectivos», explica Duque. A modo de prevención a la hora de viajar , es recomendable tener a mano el número de teléfono de un hospital o centro veterinario que ofrezca servicios 24/7 del lugar de vacaciones en caso de necesitarlo por una posible urgencia.
Author : (abc)
Publish date : 2024-08-29 14:39:09
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Author : MondialnewS
Publish date : 2024-08-29 14:50:04
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